El Arte del Libro

La Europa Medieval. Uno de los periodos conocidos más obscuros de la humanidad: pestilencia y plagas, tinieblas y miedo, cacerías de brujas y analfabetismo vagaban por la tierra. Era un mundo donde la mayoría de la gente raras veces abandonaba su lugar de nacimiento por más de 15 kilómetros, donde poca gente vivía más de los 30 años. En este inhóspito medio, recluidos en los scriptorium de los monasterios, bajo la luz de endebles lámparas de aceite, enguantados contra el penetrante frío; algunos de los más grandes diseñadores de libros que jamás han vivido, crearon algunos de los más hermosos libros que el mundo nunca ha vuelto a ver. El colofón de sus creaciones son testimonio de sus cortas vidas desde que la mayoría de los libros que ellos trabajaron fueron solamente completados en varias de sus cortas vidas, un escriba remplazaba al otro a lo largo de décadas. Nosotros llamamos a estos hermosos libros Manuscritos Iluminados.

Un manuscrito iluminado es un manuscrito en el cual el texto es complementado por la incorporación de decoraciones o ilustraciones, tales como iniciales decoradas, contornos y algunas miniaturas. La definición más estricta del término, un manuscrito iluminado solo se refiere a manuscritos decorados con oro o plata. Sin embargo, en ambos usos y moderna erudición, el término es ahora utilizado para referirse a cualquier manuscrito decorado.

Los más tempranos manuscritos iluminados sobrevivientes son del periodo 400 a 600 años después del nacimiento de Cristo, primeramente producidos en Irlanda, Italia y otras locaciones de la Europa continental. El significado de estos trabajos descansa no solo en su inherente valor histórico, sino en mantener un vínculo con la alfabetidad. Tenía que ver con los escribas, en la mayoría monásticos de la tardía antigüedad, el contenido completo de la herencia de la literatura de occidente desde Grecia hasta Roma parecía estar congelada. La existencia de los manuscritos iluminados como una manera de dar categoría y conmemoración a los antiguos documentos puede haber sido durante largo tiempo su responsabilidad para la preservación, en una era cuando las hordas bárbaras habían invadido la Europa continental.

La mayoría de los manuscritos sobrevivientes son de la Edad Media, aunque muchos de los manuscritos sobrevivientes vienen del siglo XV el Renacimiento, encontramos un número limitado de la tardía Antigüedad. La mayoría de estos manuscritos son naturaleza religiosa. Sin embargo, especialmente del siglo XIII en adelante, un incremento de textos seculares fueron iluminados. Más manuscritos iluminados fueron creados como códices, no obstante que muchos manuscritos iluminados eran rollos o hojas sueltas. Una pequeña cantidad de fragmentos de manuscritos iluminados sobreviven en papiro. La mayor parte de manuscritos medievales, iluminados o no, fueron escritos en pergamino (más comúnmente en pieles de ternero, oveja, o cabra) o vellum (piel de ternero joven). Al comienzo de la tardía Edad Media los manuscritos empezaron a ser producidos en papel.

Los manuscritos iluminados es el artículo más común que sobrevivió la Edad Media. Son también la mejor muestra sobreviviente de especímenes de pintura medieval. En efecto, para muchas áreas y periodos de tiempo, son ellos los únicos ejemplos sobrevivientes de pintura.

Técnicas

La iluminación o ilustración fue un complejo y costoso proceso. Los cuales, fueron regularmente reservados para libros especiales: una Biblia de Altar, por ejemplo. Acaudaladas personas a menudo tenían los llamados “libros de las horas” ricamente iluminados, los cuales contenían oraciones apropiadas para diferentes momentos de un día litúrgico.

El papiro, la superficie para la escritura que era más popular en la antigüedad, devino probablemente muy costosa como suministro comercial probablemente por alguna escases, y fue reemplazada por el pergamino y el Vellum. Durante los siglos VII al IX, muchos pergaminos manuscritos fueron cortados y rasgados para estar disponibles para su reescritura. Los pergaminos manuscritos que se sobrescribieron, debido a que el texto original había comenzado a debilitarse y no permitía su lectura, son llamados palimpsestos. Muchos de los trabajos de la Antigüedad que se dice fueron preservados en los monasterios, fueron preservados como palimpsestos. En el siglo XIII el papel empezó a desplazar al pergamino. Como el papel vino a ser más barato, el pergamino fue reservado para usos de la elite en documentos que eran de particular importancia.

En la hechura de un manuscrito iluminado, el texto regularmente se escribía primero. Pliegos de pergamino o vellum, pieles de animales especialmente preparadas para la escritura, eran cortadas al tamaño apropiado. Después de la diagramación general se había planeado (por ejemplo: capital inicial, marcos), la página era tenuemente rayada con un afilado instrumento, y el escriba comenzaba a trabajar con tarro de tinta y una afilada pluma de ave, o caramillo de junco.

El escriba dependía de hábitos y gustos regionales. Las fornidas letras romanas de la temprana Edad Media gradualmente daban curso a las letras cursivas como la uncial y la media uncial, especialmente en la Islas Británicas, donde escrituras características como la insular mayúscula y la insular minúscula se desarrollaron. La robusta y ricamente texturizada letra negra fue vista por vez primera alrededor del siglo XII y fue particularmente popular en la tardía Edad Media.

Cuando el texto estaba completo, el ilustrador se aprestaba a trabajar. Complejos diseños eran planeados con anterioridad, probablemente en tabletas de cera, la almohadilla de bocetaje de la era. El diseño era entonces trazado sobre el vellum (posiblemente con ayuda de alfileres u otras marcas, como en el caso de los evangelios de LIndisfarne).

Clasificaciones

Los historiadores de arte clasifican los manuscritos iluminados dentro de sus periodos históricos y tipos, incluyendo (pero no limitándose a): escritura insular, manuscritos carolingios, manuscritos otomanos, manuscritos románicos y manuscritos góticos.

Manuscritos insulares / célticos

El término insular es usado para referirse a manuscritos producidos en centros monásticos en las Islas Británicas en los siglos séptimo y octavo. Los manuscritos insulares fueron escritos en escritura uncial o media uncial y fueron los primeros manuscritos en introducir espacios entre las palabras para hacer más fácil la lectura. Estaban decorados en patrones lineales abstractos adaptados del trabajo en metal de los anglo-sajones y los celtas, y donde formas zoomórficas estaban incluidas, ya sea estilizadas o bien copiadas de arte más temprano o dibujadas desde la imaginación. Tres formas de decoración son comúnmente encontradas en los manuscritos insulares: ornamentados márgenes que abarcan páginas completamente ilustradas; iniciales ornamentadas utilizadas para el inicio de los evangelios y pasajes importantes; páginas acarpetadas, las cuales están totalmente decoradas con diseños. Bien conocidos ejemplos de manuscritos insulares son los Evangelios de Lindisfarne (alrededor del año 698 d.C.), el Libro de Durrow (alrededor del año 680 d.C.) y el Libro de Kells (alrededor del año 800 d.C.)

Manuscritos otomanos

El estilo otomano es asociado con las cortes de emperadores sajones entre los años 960 y 1060. Libros de evangelios pericopes o pequeños fragmentos de algún trabajo literario (libros de lecturas de evangelios) y el Apocalipsis fueron más populares que la Biblia entera. Los manuscritos otomanos fueron influenciados por los bizantinos, caracterizando el uso de oro bruñido en los fondos y grandes figuras que observan en hieráticas poses.

Manuscritos carolingios

El estilo carolingio es asociado con la corte de Carlo Magno quien provocó el resurgimiento y producción del libro. Durante este periodo los manuscritos fueron hechos para uso imperial y aristocrático así como para uso eclesiástico, y fue en este tiempo que la producción de manuscritos se extendió de los monasterios a los talleres seculares. Los manuscritos carolingios fueron escritos en texto en minúscula y fueron más clásicos en su estilo. En ocasiones incluían secciones escritas en tinta oro o plata sobre vellum morado y a menudo contenían profusas cantidades de oro. Las ilustraciones fueron desplegadas en una combinación de dos ornamentos dimensionales incrementando la sensación de tres dimensiones en la representación de figuras. El Viejo Testamento fue un tema popular porque sus temáticas apelaban a audiencias distinguidas. Una de las más conocidas, pero no típica fue, los manuscritos carolingios de Utrecht Psalter (aproximadamente entre los años 820-830 después de Cristo).

Manuscritos romanos

El estilo romano que data del año 1000, fue más bien un estilo internacional que nacional y ejemplos de manuscritos romanos vienen de una extensa área geográfica. Durante este periodo un amplio rango de libros se produjo, incluyendo largas Biblias y comentario, vidas de Santos, trabajos teológicos, misales y salterios así como evangelios. Un incremento en un incremento en tendencias monásticas significó que muchos libros fueran escritos para uso público, destacándose la producción de libros de gran tamaño. Los manuscritos romanos produjeron grotescas imágenes (unas reales y otras de imaginarias criaturas), fondos texturizados o de oro, e iniciales historiadas (miniadas). Estas iniciales, establecidas al principio de un capítulo, combinando la inicial de la primera palabra con follajes, figuras o imágenes que ilustraban una porción del texto. Estas iniciales, que eran más comunes que la ilustración depáginas enteras, podían en ocasiones extenderse a lo largo de la página. Un buen ejemplo de los manuscritos romanos es la Biblia de Winchester (aproximadamente entre los años 1150-1200 después de Cristo).